
Al vivir enmarcado en un sociedad occidental y en un espacio tiempo en el que ciertamente nadie quisiera vivir en su sano juicio, y a raíz de una entrada que publiqué terriblemente pesimista sobre los tiempos pandémicos en la entidad federativa en dónde vivo, me veo en tarea ominosa pero algarábiga de publicar una entrada que evoque esperanza, sosiego, consenso en lo único que hasta el momento a todos los que estemos ahora leyendo o escribiendo...